Erotismo y Tradición en Oriente
La India La Cultura Madre
Por: Rodrigo Alvarez Reynal.
Uno de los libros que inmediatamente dan referencia a la sexualidad oriental, es el Kamasutra, que es visto como una curiosidad o un manual practico de posiciones sexuales; a este respecto debo decir que este es el fruto de una tradición milenaria que contiene fuertes raíces filosóficas, religiosas, místicas y sociales. Al ser la India la civilización base para todas las tendencias culturales de oriente, es preciso analizar los origines y tendencias que enriquecen la sociedad oriental y por conclusión su arte.
El Origen
Aproximadamente a mediados del tercer milenio a.C. emergió la primera civilización de India, con las ciudades de Harappa y Mohenjo-Daro que fueron los primeros ejemplos de urbanización compleja en el mundo; anteriormente se pensaba que los romanos habían sido los primeros en tener planos de calles funcionales y acueductos, pero en las metrópolis hindús contaban con todos estos lujos, una organización social compleja y un rico comercio que sustentaba a más de un millon de habitantes por ciudad.
Esta primera civilización que floreció a las márgenes del valle del Indo, tenía en su religión el concepto de adoración a la Diosa Madre de la Naturaleza y al Dios Padre que fecundaba a la diosa, en un simbolismo análogo con la unión sexual. A este respecto podemos decir que tiene un paralelo con la antigua religión celta. Todo esto ha sido descubierto por los arqueólogos que han encontrado las bases de lo que posteriormente fue el idioma sánscrito, que se cuenta como las lenguas más antiguas todavía en uso en nuestros días; también se encontraron imágenes en piedra de las bases del yoga.
Los Arios
Posteriormente a mediados del segundo milenio un pueblo de guerreros nómadas que se decían nombrar Los Arios, llego con sus extraordinarios carros de guerra a las ruinas de la antigua civilización del valle del Indo; al ver el esplendor de esta cultura tomaron su conocimiento para construir su reinado. En este periodo se escriben los libros llamados los Vedas, que son de importancia fundamental para este pueblo, los cuales son considerados sagrados. Sus principales deidades se asociaban con el sól más que con la luna, y sus mitologías. Lejos de ser fatalistas, engendran promesas de libertad y victoria humana; precisamente en este punto humanista la unión sexual es tratada como un simbolismo sagrado, del cual las imágenes de los dioses en los templos con singulares posiciones sexuales son algo común, que acerca al ser humano a la divinidad.
Los Arios y los Nazis
A principios del siglo XX, en europea comenzó un interés por el paganismo en Alemania, el cual fue seguido por el programa político nacionalista y racista de los nazis, cuando Adolf Hitler comenzó con su ideología de la supuesta supremacía de la raza aria. Las culturas nórdicas comparten las mismas raíces, indoeuropeas que la cultura vedica en la India. El sánscrito y el alemán, pertenecen al mismo grupo de lenguas, pero las deidades evocadas por los nazis procedían de la cultura nórdica, y por lo tanto no tenían ninguna relación con los dioses vedicos. Además que el nombre ario, era mas bien el carácter tribal de los nómadas invasores, y no un concepto ideológico. Los nazis adoptaron el signo de la esvástica como símbolo del dios solar ario, pero este símbolo ha sido encontrado en casi todas las partes del mundo; cabe destacar que la esvástica nazi se encuentra en una posición que simboliza destrucción, al contrario de la esvástica que podemos ver en templos en todo oriente que significa buena suerte o bienestar.
El Yoga
Resumiendo al erudito francés Jean Riviére, la palabra Yoga es una de las más vulgarizadas en Occidente y, con abuso por los charlatanes y explotadores de la credulidad publica. La raíz sánscrita deriva de la palabra yug, “juntar, enganchar, embridar”; primitivamente, se aplicaba a la disciplina del espíritu, que refería a ejercicios espirituales que posteriormente también tenían que ver con el simbolismo físico de esta calistenia; su significado total es la unión entre el individuo y el ser absoluto (dios), que conlleva toda una filosofía en amplias gamas, al contrario de lo que se piensa en occidente como un simple ejercicio físico.
La influencia del yoga fue constante y profunda en el pensamiento de la India, y esto se percibe claramente en todas las escuelas asiáticas; así hubo un Yoga budista, Jainista, visnuista, vhaivaista, zen etc. El yoga es, pues un sistema de ascetismo practico, su definición nos la da Patañjali (que es considerado por los hindús el padre del yoga); El Yoga es la supresión de las modificaciones del principio pensador, dígase es el método de perfeccionamiento del ser humano, ya que se considera que nuestra mente conciente es contaminada por múltiples pensamientos impuros, y es nuestro deber dejar que nuestro “inconsciente” espiritual prevalezca.
Religión y Amor
Otro de los conceptos orientales vulgarizados es el tantrismo, que es entendido también solo como posiciones sexuales, al respecto se puede decir que del mismo modo que los más bellos cantos místicos cristianos y musulmanes están bajo la forma de poemas amorosos, también los textos tantricos hindúes y tibetanos utilizan comparaciones sexuales para dar mas fuerza a las imágenes de su enseñanza. Así el método, la voluntad, es solar, macho; La sabiduría, la imaginación, es lunar y femenina. Es necesaria la unión entre los dos, unión tan estrecha y tan ardiente como la unión sexual, para la realización integral.
Hay que comprender en efecto que Asia nunca contemplo el acto sexual bajo el aspecto de “moralidad”, tan clara a nuestros púdicos contemporáneos. Para Asia la incapacidad y la debilidad no son virtudes. Si un ser humano quiere vivir en la continencia y sublimar así (concientemente o no) su fuerza sexual en energías mentales, esta libre de hacerlo. Pero no esta encima del hombre (o mujer) casado(a) que sigue la ley natural.
De los Sagrado a lo Profano
Bases Filosóficas
Desde la antigua religión de Mohenjo-Daro y Harappa, se tenia la idea del concepto del creador (Dios), como la única realidad, superior a todos los fenómenos, atributos y cualidades, incluso los del ser humano, por lo que su intima naturaleza o Ser, esta más allá del conocimiento y aun de la imaginación humana. Es incognoscible, indefinible e inefable. Así que los sabios lo designaban impersonalmente con la palabra sánscrita Tat equivalente a Aquello, es decir, algo sin atributos ni cualidades ni nombre, pero cuya existencia se reconoce; también se le designa con las palabras Brahman y Absoluto. Todo este conocimiento se divulgaba de manera oral, aunque existen pruebas arqueológicas de estos conceptos.
Posteriormente el que recopilaría todo este conocimiento, fue Kapila que aproximadamente en 700 años de la era cristiana fundo la escuela de pensamiento Sankhya, que significa “exacta numeración” o “perfecta numeración”. El postulado principal de la filosofía Sankhya propone dos principios activos cuyo desempeño produce los fenómenos del universo.
A lo largo de los años los poemas épicos populares y los vedas, generaron una desconcertante cantidad de deidades y demonios (tradicionalmente 330 millones compone el panteón hindú), pero el crecimiento de una religión-filosófica más popular, coloco en su centro el Trimurti, la trinidad hindú: de Brahma, el creador; Visnú, el conservador; y Shiva, tanto creador como destructor. Se debe de tener muy presente que estas formas de el Absoluto, son eso la visión de los hombres al misterio indefinible de el creador; por lo cual filosóficamente existió en la India una tolerancia que hizo que existieran una diversidad enorme de cultos; dice el Rig Veda: “Una es la verdad, los hombres le dan muchos nombres”.
La Trinidad
Cada representación del Absoluto contiene sus respectivas características como:
Brahma: El creador personificación del universo. Es el más abstracto de las tres deidades y a menudo se le considera una fusión de Prajapati, el dios creador de los Vedas, y el concepto completamente impersonal de la divinidad. Brahma es también aquel que “trae la diversidad a la unidad”, un mediador entre Visnú y Shiva, que representan lo opuesto. El equivalente de este concepto en nuestra cultura seria el de Dios Padre, Visnú seria el de Dios hijo y Shiva el Espíritu Santo.
Los tres dioses están acompañados de sus consortes, que en términos más profundos son su la forma femenina de cada dios, por lo cual no es raro representarlos con la unión sexual que involucra la potencia generadora. En el caso de Brahma, su acompañante es Sarasvati. Brahma a pesar de ser el creador siempre contó con pocos seguidores, se dice que creo el universo y después se retiro, dejando a Visnú el cuidado de este.
Visnú: El conservador es el protector del drama (rectitud) y el guardián de la humanidad. Es una deidad solar que lucha del lado del bien y baja a la tierra a ayudar a la humanidad. Sus más famosas encarnaciones, o avatares, son Krisna y Rama, los héroes de los poemas épicos Mahabharata y Ramayana. De las consorte de Visnú en sus diferentes encarnaciones se cuenta Sita, Laxmi y Rhada. En el caso de Rama y Sita su historia es bastante romántica y triste, ya que los dos son sometidos a pruebas extremas cuyo final es la muerte, Sita pide a la tierra que la trague, Rama lamenta su perdida y se ofrece también al dios de la muerte para estar junto a Sita, este concepto de complementariedad es recurrente en la cultura hindú, ya que el fin es alcanzar la verdad, por ende la unión espiritual es determinante. En el caso de Krisna, protagoniza uno de los cuentos mas difundidos de la India, “la seducción de las gopis” las esposas o hijas de vaqueros, que al oir la flauta de Krisna quedan prendadas por deseo. A continuación tuvo lugar un frenético baile apasionado. Entre las 900.000 gopis, estaba Rhada. Krisna vencido por el amor, dejo caer su flauta e incluso su ropa. Hizo el amor con cada una de las gopis en el baile, que duro treinta días, abrazaba durante todo el tiempo a Rhada. La historia es sorprendente por la detallada extravagancia de su erotismo.
Shiva: El propicio, destructor y creador a la vez. Shiva es el señor del Yoga, adorado como el linga, cuya danza, al son de su propio tambor, se dice que es el ritmo del universo. Es el mas ambivalente de los tres dioses por su aspecto destructivo. Aqui pueden ver una rara escultura de Shiva y Shakti en el mismo cuerpo
El linga (falo) es venerado como la forma encarnada de Shiva, esta particularidad es por la naturaleza dual del dios, que aunque es el dios de los ascetas, la renunciación y el Yoga, Shiva como el linga esta siempre erecto, porque esta rebosante de creatividad potencial: Shiva nunca otorga, sino que retiene su semen. Incluso antes del pleno desenvolvimiento de las escuelas tantricas, ya se usaba este elemento para representar la unión de opuestos, el linga era representado surgiendo del yoni, el símbolo de la vulva o energía femenina. En el compendio de leyendas hindús, se dice que con su linga, Shiva engaño a Visnú y a Shiva, ya que los dos pensaban que era un pilar de fuego de extensión infinita. Otra leyenda cuenta de un grupo de sabios que adoraban a Shiva en la selva, pero no comprendían su función. Para castigarlos, Shiva aparacio como un yogui desnudo, sucio a causa de la practica de la austeridad, y sedujo a las esposas de los sabios. Furiosos los ascetas lo castraron, pero, en el momento en que su linga cayo a la tierra, el universo quedo invadido en las tinieblas. Los sabios se dieron cuenta de su error y rogaron a Shiva que devolviese la luz al mundo. Él aceptó con la condición de que a partir de entonces, lo sabios lo adorasen con la forma de linga. De las formas femeninas de Shiva se cuentan a Satíí, Kali, Parvati y Shakty.
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